Caminando sin fortuna
en el barrio de La Boca,
en una noche de luna,
se encontraba una foca.
Viene armada con cepillo,
un jabón chico amarillo
y cara de enamorada.
A rayas una toalla,
a lunares un toallón,
protesta y no se calla,
Juan, ¡el pato protestón!
A un diente chico amarillo
Don Sapo lo cepilla,
¡pobre diente amarillo!
Siguen llegando animales
para que la limpia foca
los deje a todos iguales
en el barrio de La Boca.
Allá viene el elefante
¡precisaré un ayudante!
¡prontito, vengan prontito!
Con manguera de bomberos
con cepillos y rastrillos,
allá van todos ligeros
a sacarle mucho brillo.
Rosario Ceballos
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